Las riberas del río Guadaíra son un monumento natural y el lugar perfecto para pasear en cualquier época del año. Pero muchos coinciden en marcar el otoño como la estación idónea para adentrarse en sus caminos y descubrir la riqueza de sus paisajes. Las tonalidades de estos meses dejan estampas incomparables en los parques de la ribera: verdes, amarillos, ocres, naranjas, marrones… Una explosión de colores otoñales junto al río y en pleno corazón de Alcalá de Guadaíra.
¿Nos acompañan en este paseo? Comienza junto al molino de la Tapada, en busca del camino del Bosque. Es el momento del año con más hojas ya caídas de los árboles. Estamos en diciembre, y las lluvias, el cambio de temperatura y el viento han hecho su trabajo para convertir el suelo en una alfombra ocre.
Caminamos en el margen izquierdo del río Guadaíra en dirección al molino del Algarrobo. El paisaje más otoñal de Alcalá.
Subimos hasta adentrarnos en el parque de Oromana. El camino discurre junto al río y los árboles más cercanos al Guadaíra nos recuerdan que estamos en otoño.
Estamos cerca del molino de la Aceña. Las tonalidades de la vegetación de esta zona son infinitas.
Hemos cruzado el río en el molino de la Aceña. El verde gana terreno en este margen derecho en dirección al parque de San Juan.
Pasando junto el polideportivo de San Juan, tomamos el camino llamado del Vivero en dirección al parque de San Francisco.
La última instantánea de este paseo es el molino del Algarrobo visto desde la otra orilla del río. El patrimonio natural y el patrimonio histórico de Alcalá fundidos en una imagen. El espectáculo de las riberas del Guadaíra en otoño.