Alcalá recuperará Adufe Bajo como espacio cultural y expositivo

Infografía de la estación de bombeo Adufe Bajo

El emblemático edificio de Alcalá de Guadaíra, de alto valor patrimonial, será rehabilitado por Emasesa y el Ayuntamiento con criterios de sostenibilidad y accesibilidad.

Alcalá de Guadaíra sigue apostando por la recuperación de su patrimonio histórico. En esta ocasión, el edificio de la antigua estación de bombeo Adufe Bajo, ubicado en el término municipal, a 12 kilómetros de Sevilla, será objeto de una importante intervención para su adaptación a nuevos usos culturales y sociales. La actuación, liderada por la empresa de aguas Emasesa en coordinación con el Ayuntamiento de Alcalá, busca alargar la vida útil de este bien industrial y ponerlo al servicio de la ciudadanía, especialmente de los municipios del área metropolitana de Sevilla.

El proyecto contempla una rehabilitación integral del edificio, basada en criterios de sostenibilidad, inclusión y protección medioambiental. Entre las actuaciones previstas se incluye una intervención paisajística que utilizará materiales locales como albero o cerámica, además de recursos reciclados. También se instalará una planta fotovoltaica para abastecer energéticamente el conjunto con una mínima huella de carbono.

Espacios para museo y educación ambiental

Uno de los aspectos más destacados será la creación de una zona museística que permitirá a los visitantes conocer la historia del edificio y su papel en el abastecimiento de agua desde Alcalá a Sevilla. El recorrido comenzará en un laberinto ascendente que llevará al visitante por las entrañas del edificio, mostrando elementos como las antiguas calderas de carbón, aljibes, bombas, taller de reparación o la chimenea original. Una maqueta explicativa y proyecciones de video mapping enriquecerán la experiencia.

En la segunda planta, conocida como la “sala de control”, se ofrecerá una visión audiovisual de las distintas etapas de funcionamiento de la estación de bombeo. La visita continuará en la Sala de Forja, donde se explicará la evolución del sistema de abastecimiento de agua desde la época romana hasta la actualidad, con una maqueta topográfica del recorrido del agua.

El espacio también contará con elementos de accesibilidad universal, como textos en braille, audio descripciones, lectura fácil y un ascensor que permitirá el acceso a personas con movilidad reducida. Además, podrá ser utilizado como sala expositiva o para la celebración de conferencias y otros eventos.

Esta iniciativa busca no solo recuperar y poner en valor un edificio de gran interés patrimonial, sino también optar a financiación europea para su ejecución, lo que reforzaría su viabilidad y sostenibilidad económica.

La historia de Adufe Bajo

El edificio, construido en 1884 por la Seville Water Works Company y conocido en la época como “casa de máquinas” supuso un avance innovador al proponerse como un modelo de gestión que combinaba ciencia, industria y sociedad, con objeto de abordar uno de los principales desafíos del momento. Ubicado en el lugar donde confluían las aguas de todos los manantiales de Alcalá de Guadaíra, desde él se bombeaban y elevaban al depósito general desde que el se conducían a Sevilla.

A finales del siglo XIX Sevilla se abastecía fundamentalmente con el agua de escasa calidad que transportaban Los Caños de Carmona, por lo que el Ayuntamiento decidió buscar un sistema de traída de aguas más moderno, otorgando en 1882 la concesión de la prestación del servicio a la Seville Water Works Company por un periodo 99 años.

Esta compañía se comprometió en proporcionar un consumo de 100 litros de agua por habitante y día, para lo que construiría cuatro “casas de máquinas”, entre las que se encontraba la de Adufe y la conducción general desde Alcalá de Guadaíra, en cuyos manantiales se encontraban parte de los recursos del abastecimiento, a Sevilla, con una red de distribución de 155 kilómetros de longitud. 

Esta agua sería conocida como “agua de los ingleses”. No obstante, los incumplimientos por parte de la compañía, entre otras cuestiones, llevarían al Ayuntamiento en 1957 a rescatar la concesión.

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