La vacuna contra la gripe, aliada frente al coronavirus

Comienza la campaña de vacunación de la gripe y, este año, los expertos piden más que nunca reforzar la inmunización. El objetivo es evitar complicaciones y fallecimientos en personas vulnerables y evitar una sobrecarga en el sistema asistencial ante la coexistencia de la epidemia con la pandemia de covid-19.

El otoño de 2020 será recordado como aquel en el que se unieron la pandemia por covid-19 con la epidemia de gripe estacional. Con un aumento significativo de casos de coronavirus en las últimas semanas, los profesionales sanitarios temen la presión ante la coincidencia de ambos virus en los próximos meses.

Los expertos aseguran que la necesidad de descartar el virus SARS-CoV-2 frente a otros procesos epidémicos respiratorios será muy intensa. “La concordancia de las epidemias de gripe y covid-19 va a ser un problema muy grave”, explica Héctor Bueno, director científico del departamento de Cardiología en el Hospital 12 de octubre.

“Desde el punto de vista del diagnóstico va a ser una locura. Salvo la anosmia, prácticamente todos los demás síntomas son inespecíficos, con lo cual es imposible distinguir. Esto será una dificultad terrible para la gestión de pacientes en los circuitos hospitalarios”, añade Bueno. “Más vale que la gente se vacune”.

Con ese propósito, el Ministerio de Sanidad ha lanzado la campaña de vacunación frente a la gripe –que comenzará la primera quincena de octubre– para evitar complicaciones en las personas vulnerables y una sobrecarga en el sistema asistencial. Así, las recomendaciones son empezar con las personas mayores institucionalizadas y el personal de los centros sanitarios y sociosanitarios, y seguir con el resto de grupos prioritarios.

El objetivo es conseguir una mayor cobertura (se han comprado 5 millones de dosis más), lo que supondría alcanzar el 75 % en personas mayores de 65 años y profesionales de centros sanitarios, y el 60 % en embarazadas y personas con patología crónica.

El año pasado, se llegó a una cobertura del 53,5 % en mayores de 65 años, el 40,5 % en personal sanitario y el 48,5 % en mujeres embarazadas. Según los datos de Instituto de Salud Carlos III, con ello se evitaron un 26 % de las hospitalizaciones, un 40 % de ingresos en UCI y un 37 % de muertes atribuibles a la gripe.

Para Jesús Díez Manglano, que trabaja en el Hospital Royo Villanova de Zaragoza, todo va a depender de si se consigue una vacunación masiva de la gripe. “Lógicamente así se disminuiría mucho la incidencia de esta y, por tanto, distinguiríamos mejor si una persona puede tener una patología u otra. Pero si hay poca vacunación y viene una oleada de gripe, tendremos una sobrecarga mayor aún del sistema sanitario”.

¿Gripe o coronavirus?

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la gripe estacional se caracteriza por el inicio súbito de fiebre, tos (generalmente seca), dolores musculares, articulares, de cabeza y garganta, intenso malestar y abundante secreción nasal. La fiebre y los demás síntomas suelen desaparecer en la mayoría de los casos en el plazo de una semana, sin necesidad de atención médica. En personas con alto riesgo, puede ser una enfermedad grave, e incluso mortal.

Prácticamente lo mismo ocurre con la covid-19. Los síntomas más habituales son fiebre, tos seca y cansancio. Otros síntomas menos frecuentes son dolores y molestias, congestión nasal, dolor de cabeza, conjuntivitis, dolor de garganta, diarrea, pérdida del gusto o el olfato y erupciones cutáneas o cambios de color en los dedos de las manos o los pies. Estos síntomas suelen ser leves y comienzan gradualmente.

La mayoría de las personas (alrededor del 80 %) se recuperan de la infección por coronavirus sin necesidad de tratamiento hospitalario. Sin embargo, alrededor de 1 de cada 5 acaba presentando un cuadro grave y experimenta dificultades para respirar.

En lo que sí hay diferencias es en el periodo de incubación. Mientras que en la gripe el tiempo transcurrido entre la infección y la aparición de la enfermedad es de unos 2 días (aunque oscila entre 1 y 4), entre la exposición al SARS-CoV-2 y el momento en que comienzan los síntomas suelen pasar de cinco a seis días (pero puede variar entre 1 y 14).

Vía | Agencia SINC.