El último adiós de María: «Para un día que salgo en una esquela y no me veo»

«Para un día que voy a salir en una esquela y no me veo». Esta es una frase de María Rodrigo Molino, una alcalareña de 86 años que mantuvo su buen humor hasta el final. A su fallecimiento, sus hijos decidieron incluirla en su propia esquela, publicada en el diario ABC de Sevilla, que además le dedica unas líneas contando esta anécdota.

Era lectora habitual de las esquelas del periódico, y siempre recordaba que cuando ella saliera en una, no se iba a ver. Falleció en Alcalá de Guadaíra, donde todos la recuerdan de manera entrañable. Fue cocinera en el instituto Cristobal de Monroy y también en campamentos de verano. Y tiene un hecho marcado en su calendario: fue quien preparó la comida en el Hotel Oromana a la selección española que ganó 12-1 a Malta, con aquel gol de Señor que todos recuerdan.

María pidió morir cerca de su familia. De sus hijos y de sus nietos. Y les dejó claro que lo único que no quería era ir al hospital. A pesar de tener a algunos de sus seres queridos fuera de España, pudo despedirse de todos. Siempre con buen humor.

Vía | 20 Minutos.